La tercería de dominio y de mejor derecho son dos figuras legales que se utilizan en el ámbito del derecho civil para proteger los derechos de propiedad de una persona frente a un proceso judicial en el que se ve involucrado un bien o derecho de su propiedad.
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Tercería de dominio
La tercería de dominio es un recurso que tiene como objetivo principal impugnar la titularidad de un bien o derecho que ha sido embargado o afectado por una medida cautelar en un proceso judicial. En otras palabras, es una forma de defender la propiedad de un bien frente a una acción legal que busca su embargo o afectación.
La tercería de dominio permite a los terceros que sean titulares de bienes o derechos indebidamente embargados como de propiedad del ejecutado desafectarlos de la ejecución y recobrar la posesión o amenaza por las acciones ejecutivas emprendidas. En el ámbito de la jurisdicción social, la LJS, siguiendo la misma línea que las antecesoras Leyes de 1990 y de 1995, ha establecido que la tercería de dominio se encuentra entre las normas que se ocupan del embargo y la de mejor derecho, entre las que traban del pago a los acreedores.
Para interponer una tercería de dominio, es necesario que la persona que se considera propietaria del bien o derecho demuestre fehacientemente su titularidad. Esto implica presentar pruebas documentales, como escrituras de propiedad, contratos de compraventa, facturas, entre otros.
Además, es importante destacar que la tercería de dominio se puede interponer en cualquier etapa del proceso judicial, desde el momento en que se dicta la medida cautelar hasta el momento en que se dicta la sentencia definitiva.
Un claro ejemplo de ello es la Sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo de 2017 que establece la nulidad de una adjudicación al no suspenderse la ejecución tras la interposición de una tercería de dominio. En resumen el Alto Tribunal admite la nulidad puesto que la ejecución debió quedar paralizada respecto del inmueble desde que se interpuso la tercería de dominio hasta que se dictara resolución firme sobre la misma, (en el caso enjuiciado la demanda de tercería de dominio fue interpuesta con anterioridad a la transmisión de la propiedad del bien subastado, que se produce con el otorgamiento del auto o decreto de adjudicación).
Tercería de mejor derecho
La tercería de mejor derecho es una figura legal que permite a una persona demostrar que tiene un derecho de propiedad superior sobre un bien o derecho que ha sido embargado o afectado por una medida cautelar en un proceso judicial.
La diferencia fundamental entre la tercería de dominio y la tercería de mejor derecho radica en que, en el caso de la tercería de mejor derecho, la persona que la interpone no solo busca defender su propiedad, sino también demostrar que tiene un derecho de propiedad superior al del demandante.
Para interponer una tercería de mejor derecho, es necesario presentar pruebas que demuestren la existencia de un título de propiedad anterior al del demandante, como escrituras, contratos, registros públicos, entre otros.
Al igual que la tercería de dominio, la tercería de mejor derecho se puede interponer en cualquier etapa del proceso judicial, desde el momento en que se dicta la medida cautelar hasta el momento en que se dicta la sentencia definitiva.
La tercería de mejor derecho, si bien no paraliza la ejecución ni la enajenación forzosa, sí que la entorpece en alguna medida, pues suspende la entrega al ejecutante del dinero obtenido en la realización forzosa, por lo que debe intentarse, en la medida de lo posible, su rápida resolución en aras de hacer efectivo el principio de celeridad que cobra un especial protagonismo en el proceso de ejecución.
Conclusiones
La tercería de dominio y de mejor derecho son dos herramientas legales que permiten proteger los derechos de propiedad de una persona frente a un proceso judicial en el que se ve involucrado un bien o derecho de su propiedad. Ambas figuras buscan impugnar la titularidad de un bien embargado o afectado por una medida cautelar, pero la tercería de mejor derecho va más allá al demostrar que se tiene un derecho de propiedad superior al del demandante.
Es importante tener en cuenta que la interposición de una tercería de dominio o de mejor derecho requiere de pruebas documentales que demuestren la titularidad o el mejor derecho de propiedad sobre el bien o derecho en cuestión. Además, estas tercerías pueden ser presentadas en cualquier etapa del proceso judicial, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos por la ley.
En conclusión, la tercería de dominio y de mejor derecho son recursos legales que permiten proteger los derechos de propiedad en un proceso judicial, brindando a las personas la oportunidad de demostrar su titularidad o un derecho de propiedad superior.
